domingo, 28 de agosto de 2011

Castillos Románticos Vascos

No hace falta escaparse a Baviera para poder disfrutar de los castillos románticos, construidos en su mayoría durante el reinado de Luis II, al que apodaron el loco; en la segunda mitad del siglo XIX. Se caracterizan por seguir una estética medieval, en la que se mezclan diferentes elementos arquitectónicos y decorativos de los distintos estilos que se dieron durante los cinco siglos largos que duró la Edad Media.
En el País Vasco tenemos algunos ejemplos de ellos, que no debéis perderos si pasáis cerca:
Castillo de Butrón
Esta fortaleza se alza sobre un monte de poca altura dentro de un bosque de robles en el término municipal de Gatika, a 20 kilómetros de Bilbao (Vizcaya)
Historia: la historia de este castillo, se remonta al siglo XI, fecha en la que se construyó una torre típicamente medieval sobre la antigua casa de los Butrón, fundada por el Capitán Gamíniz en el siglo VIII. En el siglo XIV la torre primitiva fue transformada en un castillo inexpugnable. Sobre sus muros flotó siempre el temido pendón de los Butrones, cabezas del bando Oñacino, eran los caudillos más famosos y fuertes de la comarca. El castillo de Butrón se tomó como modelo para la construcción del de Muñatones. Durante el reinado de los Reyes Católicos, estas construcciones se convirtieron en las residencias habituales de los nobles, así que, en el siglo XV, castillos y fortalezas se convirtieron en palacios, haciéndolos residencias de la nobleza y suprimiendo los elementos de carácter militar.
En el siglo XIX su primitiva forma medieval fue alterada. El Marqués de Torrecilla, don Narciso de Salabert y Pinedo, último propietario de las ruinas de Butrón, con las rentas que le producían los caseríos que poseía en Bizkaia, mandó reconstruir el castillo con un estilo similar a los que en Baviera levantó el rey Luis. El castillo fue planeado por el Marqués de Cubas, inspirado en formas góticas, nórdicas y fantásticas, inventándose almenas, cubos y ventanas. El maestro de obras fue don Nicomedes de Eguiluz y de la decoración escultórica se encargo Adolfo de Areizaga. La reconstrucción comenzó en el siglo XIX, extendiéndose hasta el XX a causa de las limitadas rentas y lo elevado de los recursos necesarios. Después del marqués de Torrecilla, el castillo pasó a los Duques de Medinacelli y luego a la Duquesa de Cardona.
Descripción: el castillo de Butrón consta de un recinto cerrado por murallas con cubos circulares en las esquinas y capilla, en cuyo centro nos encontramos la torre del Homenaje. Posee una gran solidez, como demuestran sus muros de 13 pies de espesor. Destacan dos cubos circulares de gran grosor y con multitud de vanos. La torre del homenaje, los chapiteles y los garitones aportan al edificio un matiz decorativo. La torre del homenaje data del siglo XIX, y se eleva por encima de todo el edificio. Con esta reconstrucción, el castillo se convirtió en un conglomerado de cubos y torrecillas que se alza en medio de un frondoso parque. De las antiguas ruinas sólo se conservó la planta baja de uno de los torreones.
Hoy día, está bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español

Castillo palacio de Arteaga
El castillo palacio de Arteaga se encuentra en medio de una llanura de enorme riqueza y prosperidad en el término municipal de Gautegiz Arteaga (Vizcaya)
Historia: el castillo palacio de Arteaga data del siglo XIII, durante el gótico. En un principio estuvo formado por un torreón central y otras a los lados. En el año 1358 fue destruido por Pedro de Castilla, pero se levantó de nuevo posteriormente. Durante el siglo XV padeció las guerras y las inclemencias naturales. Una vez restaurado, albergó a los carlistas conducidos por el general Velasco, quien ocupó el edificio como residencia personal. Destacan los vínculos familiares de sus fundadores, los Arteaga, con la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III; gracias a los cuales, el castillo se le cedió al hijo del emperador, que mandó traer a especialistas y trabajadores del palacio de Versalles. Entre los años 1856-70 fue restaurada de nuevo, tres años después cobijaría a las tropas carlistas del general Velasco.
Descripción: debió de constar de una torre central, con una muralla con torres en las cuatro esquinas, de lo que sólo queda la torre del homenaje y dos torres de forma circular, modificados en el XIX. La torre del homenaje se encuentra, a su vez, rodeada por una cerca. Se tienen noticias de que hubo un puente levadizo y un foso. Se compone de cuatro pisos, alcanzando una altura de hasta 30 metros; en sus muros se abren vanos rematados en arcos apuntados, en los que se alternan distintos colores, lo que nos recuerda a las construcciones de origen árabe. En el segundo piso estuvo el oratorio con vidrieras. En una de sus esquinas se aprecia un garitón poligonal que alberga una escalera espiral que une su parte más baja con la más alta. Como elemento decorativo, cabe destacar el escudo de la familia de los Guzmán que nos aparece en la portada principal. Se remata con una cornisa de matacanes.
En la actualidad alberga un establecimiento hostelero y está bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. Hoy día alberga un establecimiento hostelero